17 de jul. de 2015

ABRAHAM

Mago de los juegos eternos,
enséñame el camino a casa
pues deseo hacer el amor,
delirar con el vino
y soñar en los atardeceres.
No para mí este mundo inmortal y silencioso,
no para mí las redes que tejen otros.
El fruto pende henchido de la rama,
la primavera borda el cielo
y una semilla me habita.  

Pero cuando venzas y ocupes tu trono
recuerda
que en el poder no reside la belleza.

Daniel Chirom

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